Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor desmesuradamente grande. Elige lavadoras, coches, equipos de compacdiscs y abrelatas eléctricos. Elige la salud: colestero bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a intéres fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de tejidos. Elige el bricolage y pregúntate quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el puto sofa a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reeemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida.
Pero, ¿por qué iba a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida.
Pero, ¿por qué iba a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida.
Irvine Welsh, Trainspotting.
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