Lo esencial es invisible a los ojos.

lunes, 31 de mayo de 2010

Quien no haya pasado tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado...
Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito...
Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acaba y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido...

Michael Ende, La historia interminable.

1 comentario:

  1. A veces cuando el corazón es débil este necesita de otro que lo domine, que lo lleve y así este dejarse llevar... El problema es que un corazón débil no sabe distinguir entre un buen corazón o simplemente un corazón mas fuerte, cuando un corazón débil encuentra un corazón mas fuerte y se enamora de el este corazón olvida que en alguna parte otro corazón débil desea un corazón que lo quiera.. Ignorando los corazones de su clase el corazón débil se deja llevar a la perdición en las manos del fuerte sin saber que otro de su clase lo habría hecho sentir el mas afortunado del mundo.

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