Lo esencial es invisible a los ojos.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Cuando estaba con ella sentía que valía la pena hacer todas esas cosas normales que hacen las personas normales.
Mattia pensó que nada bueno había en tener una cabeza como la suya, que con ganas se la habría arrancado y sustituído por otra, incluso por una caja de galletas siempre que estuviera vacía y fuera ligera. Quiso contestar que sentirse especial era una jaula, lo peor que podía pasarle a uno, pero se abstuvo.
Estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que sólo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían.


Paolo Giordano, La soledad de los números primos.
- ¿Sabes que se me ocurrió? Que eres un crio, y que en realidad no tienes ni idea de lo que hablas. Es normal, nunca has salido de Boston. Si te pregunto algo sobre arte, me responderas con datos de todos los libros que se han escrito. Miguel Angel, lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual... lo que haga falta, ¿no?. Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto. Si te pregunto por las mujeres, supongo que me darás una lista de tus favoritas. Puede que hayas echado unos cuantos polvos... pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad. Eres duro. Si te pregunto por la guerra, probablemente citarás algo de Shakespeare: "De nuevo en la brecha amigos míos". Pero no has estado en ninguna. Nunca has sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos esperando tu ayuda mientras exhala su último suspiro. Si te pregunto por el amor, me citarás un soneto. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable. Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la Tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno, ni que se siente al ser su ángel. Al darle tu amor, darlo para siempre. Y pasar por todo, por el cáncer. No sabes lo que es dormir en un hospital durante dos meses, cogiendo su mano, por que los médicos vieron en tus ojos que el término horario de visitas no iba contigo. No sabes lo que significa perder a alguien. Porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo. Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado, veo a un chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio Will, eso nadie lo niega. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio, presumes de saberlo todo de mí porque viste un cuadro que pinté y rajaste mi puta vida de arriba a abajo. Eres huérfano, ¿verdad?. ¿Crees que sé lo dura y penosa que ha sido tu vida, como te sientes, quién eres, porque he leído Oliver Twist?, ¿un libro basta para definirte?. Personalmente, eso me importa una mierda porque, ¿sabes qué?, no puedo aprender nada de ti, ni leer nada de ti en un maldito libro. Pero si quieres hablar de ti, de quién eres... estaré fascinado. A eso me apunto. Pero no quieres hacerlo, tienes miedo, te aterroriza decir lo que sientes. Tú mueves, chaval.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Pequeña, conoces "piano man", la canción de Billy Joel? Hay una estrofa de esta que me define bastante bien...

Now Paul is a real estate novelist who never had time for a wife
and he's talkin' with Davy, who's still in the Navy and probably will be for life. . .


Yo no quiero eso, de echo no quiero nada. Solo quiero que me quiera, nada más... Que me quiera de la misma forma exactamente en que yo quiero, tan solo eso. Pero el amor ni siquiera es mi objetivo. Aparecerá o no, no depende de mi. Y si aparece y no es correspondido o si no aparece en absoluto pues... habrá sido una gran vida vacía
Aunque la verdad me niego a buscar amor. Aparecerá solo, siempre lo hace.. cuando lo buscas nada y cuando no, ahí está. Y repito: estoy preparado para vivir solo lo que me queda de vida, entre el olvido y la memoria. No me importa.
Claro que soy frágil... todo el mundo está a un paso de romperse. Lo único que me diferencia es que yo ya estoy roto, pegado y precario.
Muchas gracias pequeña, honestamente, no me sentía tan arropado en mucho tiempo. A veces.. eres demasiado buena, demasiado "je ne sais quoi"... no puedo ser el mal bicho que te corroa. Además quedan muchas charlas, muchos abrazos y mucha compañía. Eso conmigo ya lo tienes garantizado. Pase lo que pase, puedes contar con ello y con mi apoyo, sea cual sea la circunstancia. Si ahora tuviese la oportunidad de invertir en alguien, sin duda, sería en ti...


un pedazito de tu corazón para el mundo. Te echo mucho de menos..