Lo esencial es invisible a los ojos.
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lunes, 1 de agosto de 2011

A veces tengo la sensación de que ella es lo único que me queda. Lo único que me ata a esta realidad absurda, la mano que me sostiene y se asegura de que al menos permanezca en el borde del precipicio. Es eso en lo que me mezo, en lo que nado ciega e irracional, numerosas veces demente, la oscuridad absoluta que me rodea, se semeja al fin de una inmensa y gran montaña. Y yo me limito a jugar en el límite, alzando un pie que flota inerte sobre la nada, y sonrío, porque ya carezco de otra opción que no sea la de sonreir. Y es eso, ella. Mi persona, mi otra mitad, la que se encarga de que no decida saltar y desaparecer entre la niebla.
Para ser sincera me encantaría poder hablarle abiertamente de lo que me sucede. Por varios motivos, variados, donde el que más pesa es que ha empezado a creer que entre nosotras quizás no exista la confianza suficiente. Y se equivoca, claro que lo hace.. Después de tantos años, si hay algo de lo que estoy completamente convencida, es de que ella es la única en quien realidad confío, porque jamás me ha judgado, y ha permanecido a mi lado incluso cuando el resto del mundo le aconsejaba que diera un paso hacia atrás. Así que tras mucho meditarlo he llegado a la conclusión de que lo único que no comprende es el pánico que me invade. Cada vez que intento colocarme en situación, cada vez que mentalmente ensayo mis palabras, imagino su rostro convirtiéndose en una mueca de desagrado a medida que avanza mi discurso, y en mi cabeza resuenan sus balbuceos, desconcertantes, tratando de confeccionar una respuesta coherente que explique por qué desea que me vaya, que me aleje para no contagiarla a ella también.

Y es comprensible, al menos a mis ojos. Porque ya no funciono. Ya no coordino. Ya no soy capaz de identificar qué es real, y qué producto de mi mente retorcida.
Si hace un par de meses todavía veía la luz, ahora solo hablan mis demonios..

Whatever.

He permitido que todos se alejen de mi, que la inmensa mayoría de las personas que me han rodeado estos últimos años me hayan ido olvidando, obviando o ignorando. Poco a poco, discretamente, he conseguido apartarme, hacerme a un lado, manteniendo apenas cerca a las pocas amistades que realmente merecen la pena. Todo hasta quedarme aislada. Sola. Sola pero no indefensa. O quizás si, y me esté engañando. Con el paso del tiempo todos han perdido la fe en mi. Y ahora para ellos no soy más que una especie de fantasma, una brisa, aire, alguien que está ahí pero ya no destaca, perdida entre sus propias decisiones.
El caso es que todavía no soy capaz de decidir si ello me importa, o si lo que he conseguido ha sido voluntario o no.

jueves, 19 de mayo de 2011

十分な.

Vaya, soy una ilusa. Creí que esto sería un estado pasajero, que desaparecería con el tiempo, pero.. No se pasa.. Ahora sé que ya no lo hará. Y cuando comienzo a escribir y la inspiración no llega me da la impresión de que me he quedado vacía, que ya no tengo nada que ofrecerle a nadie. Y mi corazón permanece sorprendentemente ajeno e impasible hacia todo lo que me rodea, hacia todo lo que hasta hace apenas un año consideraba imprescindible. Esto roza un punto que realmente llega a asustarme.
Todavía no logro comprender qué es exactamente lo que sucede, pero he llegado a la cima de mi montaña. Suficiente. He perdido por completo el interés por mi propio malestar. Arrastro aferradas a mis tobillos las cadenas de la indiferencia, y eso me exaspera, porque han viajado conmigo durante tanto tiempo que ya he perdido la noción de este.
Nueve. Han pasado nueve meses desde que la conozco. Y ocho desde que empezó el curso, hace seis que me prometí a mí misma esforzarme con lo que, supuestamente, me importa. Y yo pregunto, ¿qué me importa? ¿Estudiar? Debería, ojalá lo hiciera, pero no es así. En absoluto. Sacar adelante algo que, según el mundo, me resultará indispensable en un futuro.. En un futuro. Exacto. Lejos. Lejos de todo cuanto necesito ahora mismo, eso es el futuro, y no me interesa. Vivo el presente, un presente alternativo, pero es mío, y lo conservo. No me enorgullece, no me llena, no me gusta ni me motiva, pero a cambio sé que lo que tengo es completamente mío. Me asquea, pero al menos es ajeno al resto, y ajeno a sus vidas que se centran siempre en lo mismo. Es mi presente y me está consumiendo. Está acabando conmigo. Es triste, de acuerdo, lo admito: lo único que busco son sensaciones. Y si, he regresado cabizbaja a la ausencia de ganas, a la falta total de motivación. Y por supuesto, me he preguntado mil veces qué estoy haciendo con mi vida. Me lo pregunto muy a menudo, ¿pero qué haces?. Y cualquiera que me escuchase pronunciarla en voz alta contestaría con un seco 'malgastarla'.
Todo esto es niebla. Oscura y densa. Que me impide continuar y que me ha conducido a tientas ante situaciones, para ojos de algunos decisiones extremistas, que me hagan volver a sentir algo. Placer, dolor, tristeza, alegría.. momentánea, pero alegría. Y así es como funciono, por vicio. Absolutamente todo lo que hago se reduce a la búsqueda incansable del placer. Y con placer, añado bienestar.
He intentado, en tan poco tiempo, tantas cosas que ahora preferiría olvidar. Y siempre las acompaña el asco que me da comportarme así, y la obvia vergüenza que me provoca..

No quiero nada, no necesito nada, no busco nada, no espero nada. Ni de mi, ni de nadie. He dejado de merecer y de tener expectativas. De soñar y de querer que sueñen conmigo. Lo único que me queda y en lo único que me refugio son canciones infinitas colocadas a propósito en modo repetición, ¿para qué? Porque si termina la música, yo muero con ella. Porque siempre ha sido mi salvación.
En este momento nadie tiene peor opinión de mi, que yo misma.
Y lo que arrastro no es nada demasiado intenso como para querer acabar con mi vida, pero si lo suficientemente fuerte como para llegar a despreciarla.

sábado, 12 de marzo de 2011

Y es que a veces mi princesa se pinta bigotes de ratón..

Se hizo el silencio, alzó lentamente el dedo índice en el aire. Uno de los focos de luz del espejo que se proyectaba desde atrás lo reflejaba sobre parte de su rostro, pero curiosamente eso no conseguía ensombrecerlo. Más bien todo lo contrario, cualquier juego de sombras sobre él la mayoría de las veces conseguía que pareciese todavía más hermoso..

La que estaba frente a ella movía el dedo juguetón de un lado a otro, dejando ver tras este esa media sonrisa inocente cargada de picardía. Las ondas que caían sobre los hombros de su víctima bailaban al compás de cada movimiento, lento y preciso, suficiente para distraerla.. pero aún así sonreía, fruncía los labios en una curva aún mayor.. la conocía lo suficiente como para adivinar cual sería su siguiente movimiento, pero seguía su juego como si desconociese por completo la estrategia. Y entonces, según lo previsto, la yema de aquel dedo índice se plantó sobre la punta de su nariz, apenas chafando esta un segundo bajo la suave presión que ejercía, llevándose consigo la fina capa de maquillaje negro que reposaba en el centro. Su sonrisa se amplió, satisfecha. Pero al alzar la mirada de su propia mano, comprobó con un largo suspiro que ni eso lo había conseguido. Ni rastro de un gesto de desagrado, no existía seña alguna de enfado por su parte. Desvió la mirada, fingiendo estar incluso molesta por no haber logrado lo que quería.. pero antes de que le diese tiempo a abandonar el pequeño cuarto de baño, unos dedos ajenos aprisionaron el extremo de su camiseta, tirando suavemente de la tela de esta. Y no se giró, pero se mordía el labio inferior al sonreir. A los dos segundos sentía su aliento en un lateral del cuello.. si ambas hubiesen permanecido entonces en completo silencio, habría podido escuchar los latidos de su corazón pegándose de manera intermitente contra su propia piel. Realmente era una sensación cálida el modo que inspiraba y expiraba.. Entrecerró en ese preciso instante los ojos, quería concentrarse en aquel segundo todo lo posible.. le reconfortaba profundamente sentirla tan cerca, pero no pronunció palabra alguna por ello. Y la que le observaba desde abajo, entonces, parpadeó con una repentina inocencia, no del todo artificial, pero si muy lejana a lo que realmente tenía en su interior. Ladeó la cabeza, mirándola. Abrió mucho los ojos al hacerlo porque sabía que le encantaba. Y la que se mantenía en un riguroso silencio de enfado momentáneo se echó a reir, para luego acercarse a ella lo suficiente como para posar la frente sobre la suya, paseando la mirada muy lentamente por las pequeñas líneas de maquillaje que se extendían sobre sus mejillas. Tres en cada una, más los restos del carboncillo que aún reposaban sobre su nariz. También sus pestañas tenían pequeños pegotes de ese denso rímel color azabache, marcos de dos enormes almendras sobre su rostro que cuando se clavaban en ella la hacían estremecer de modo automático. Inspiró lentamente por la nariz, dejando que el tenerla cerca la envolviese. Otra vez. Y cuando eso sucedía sólo podía pensar en una cosa... pero ella se adelantó, posando una mano sobre su torso, subiendo sin previo aviso la palma de esta por su abodomen, deslizándola con extrema suavidad entre sus pechos hasta que atrapó su colgante entre los dedos índice y corazón, moviéndolo lo justo y necesario, ya que el cascabel no tardó en sonar. Bajó la mirada de modo inconsciente hacia él.. permaneciendo en silencio, ensimismada, acercándose más en un intento por oirlo mejor. -¿Curioso, no crees..? Su acompañante la miraba de nuevo, enarcando muy ligeramente una ceja. Su sonrisa se acentuaba. Y supo que no le hacía falta decir nada para darse cuenta de que debía continuar. - ¿No te has fijado, verdad..? Estamos dando un ejemplo realmente penoso. Un gato en calma frente a un ratón, nadie diría que por tradición deberíamos llevarnos fatal.. Y entonces, de fondo, el suave timbre de su risa. Reía muy levemente, pero eso le bastó a su corazón para darse la vuelta sobre sí mismo, comenzando a latir con fuerza, obligando a su dueña a tragar saliva.. cogiendo fuerzas de ese modo para añadir, en un susurro, entornado los ojos y bajando la voz. - ¿Sabes una cosa..? Adoro que sea el sonido de mi cascabel el único que consiga desconcentrarte.. Se sonrojaba. El color rojizo subía con tal lentitud por su cuello que apenas era percibible, pero ahí estaba, un leve rubor que se posaba sutilmente bajo sus pómulos.. y la que hablaba ensanchó la sonrisa considerablemente, alzando en ese instante ambas manos, que colocó a cada lado de su cuello. Consiguió que en el desconcierto por su gesto soltase su colgante y la mirara a los ojos. Caía en la cuenta de que la fijeza con la que las dos se observan no conseguía avergonzarla.. sospechaba que algo lo lograra -Y estar lo suficientemente cerca de ti como para que lo escuches..

Y entonces, una neblina de color rosado que las difumina. Un momento. ¿Era cierto? ¿Posible..? ¿Habían desaparecido los kilómetros? Se apartó apenas lo justo para volver a mirarla a los ojos.. Si, a pesar de aquella luz cristalina que de golpe las envolvía, no había lugar a duda: era ella. La misma que conseguía arrancarle esa inspiración inmediata que la hacía retorcerse de impaciencia por ponerse escribir... pero por y para ella. Por la que le gustaría atrapar entre las manos la magnitud de los sentimientos que corrían por sus venas, y presionar con fuerza hasta convertirlo en algo capaz de ser leído, interpretado, comprensible para el mundo.. Eso es, para el mundo entero. El universo debería conocer aquello, porque era increíble, e indudable el hecho de que amaba cada instante en que aquel corazón de cristal decidía sincerarse, dedicándole en silencio y como cada vez que sonreía una entrada secreta hacia su alma.. y el aroma suspendido sobre su piel de porcelana se le antojó el halo de tranquilidad más absoluto.. Ah, si es que parecía que entre sus rizos se escondía el secreto de la felicidad..


...y entonces, se despertó...

domingo, 23 de enero de 2011

Verás, es algo realmente simple. Por mucho que tratemos de expresarnos lo mejor posible, en lo que digamos nunca podremos reflejar por completo la naturaleza de nuestros sentimientos.
Es un hecho, las cosas no caben en las palabras.
Y es un caso de sinestesia, entre la realidad y el lenguaje..

lunes, 3 de enero de 2011






Y porque
la esencia
que envuelve
tus palabras
se me antoja
como
la llama
más intensa.







Hoy solo tú, Johnny.

domingo, 2 de enero de 2011

¿Cuál es la verdad?

Que soy una acosadora. Que te sigo, y que te sigo incluso después de perderte de vista. Que te he seguido como un ánima, pendiente de ti tanto cuando fuiste con los pensamientos nublados como cuando dibujabas una sonrisa en la cara. Que me sé todas tus verdades y todas tus mentiras. Que eres como la niebla, tan clara y a la vez tan opaca.

Que soy una madre. Que trato de curar tus indecisiones, de aliviar tus ojos vacilantes con mi ternura, de componer tu alma cuando esta vacila. Que cuando te vas me pregunto si estarás bien, mientras doblo con cuidado los pedazos de mi alma partida en dos por la distancia. Que te esperaré como al hijo pródigo y haré las fiestas más grandes cada vez que regreses.

Que soy una poeta. Y te he llevado con mis poemas a todos los rincones del mundo. Que te transformo, que te elevo, que te sumerjo. Porque estás más allá. Siempre más allá. Siempre inalcanzable. Siempre en la otra punta, siempre en otra ciudad. Que estoy ciega y que escribo para poder tocarte.

Que soy una soñadora. Y que me lleno de lágrimas porque no alcanzo a verte por mucho que desespere. Que estoy celosa de los que tienen la suerte de compartir contigo el verte despertar. Que entre las almohadas eres el aire que me reseca la garganta. Y en la noche las sombras y el viento que me besan los párpados. Y la dueña de mis sueños, que repiten tu nombre. Y que soy tantas cosas y que eres tantas cosas que nos conocemos la una a la otra más que a nosotras mismas.



~y que no importa si digo o no la verdad, porque la verdad es que no importa nada.

jueves, 9 de diciembre de 2010

¿Sabes? Las barreras están rotas.
Y lo que venga a partir de ahora será a sabiendas de que ya nada es imposible.


Porque en el desconcierto solo sé. . . lo de siempre.
que te quiero.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Porcelain.

No, mi pequeña, te equivocas. No han muerto las madrugadas. Están ahí. Y todo lo que nos hizo mover montañas está ahí, todos los mensajes que mandamos están ahí, sobreviviendo a ser borrados con el paso de los días. Ahí permanecerá cada secreto, cada carcajada, cada sonrisa gracias a ti que nunca pudiste ver. Ahí, en ese mismo lugar con voz propia que grita lo mucho que te echa de menos. . . ahí, ahí donde duele a horrores que creas que ya no queda nada. Ahí, en el lugar donde se te considera indispensable, donde tus rizos bailan al compás con mis recuerdos, ahí, con tu ímpetu y tu sinceridad aplastante, ahí, contigo, por siempre. Porque todo lo que nos confesamos en esos dos meses que huelen a verano seguirá ahí, justo ahí, en esa parte izquierda del pecho, ahí, ahí donde hurga toda la ternura que te recuerda, ahí. . .

viernes, 1 de octubre de 2010

-Así que un doloroso amor de kilómetros. Vaya, nunca me habría esperado eso de ti.
-¿Por qué no?
-No te creo lo suficientemente fuerte.
-Yo tampoco me lo creía al principio, pero he aprendido a serlo con el tiempo.
-No, ya, después de todo lo que me has contado estoy completamente seguro de que eso es cierto... ¿estáis juntas?
-Nada de ataduras...
-Tal como suena sobreentiendo que si pero que no queréis decirlo para que no duela más. No agaches la cabeza ¿eh? Mírame. ¿La quieres?
-Si.
-Qué rotunda. ¿Te quiere?
-A veces...

domingo, 29 de agosto de 2010

miércoles, 25 de agosto de 2010

リトルスター

Te baña la luz de un atardecer fresco y anaranjado, con el viento soplando insistente hacia la derecha, haciendo que todos y cada uno de los mechones de tu pelo trigueño, recogido hacia atrás con varias finas pinzas de colores, bailen con él. Tienes ambos codos apoyados en la barandilla que delimita una pequeña terraza, descalza sobre las baldosas del frío azulejo color tierra. Dejas que las hojas sueltas y muertas de un árbol que crece libre a tu lado te acaricien los muslos al soltarse, echando a volar. Fantaseas sonriendo acerca de la vida, con un cigarro a medio terminar haciendo equilibrios entre tus dedos índice y corazón. Vistes apenas un vaporoso vestido blanco que se cierne insinuante a la cintura, sujeto a tu nuca con un lazo, y los dos extremos de este caen delicados sobre la pálida piel de tu espalda desnuda. Cantas. Tarareas bajito, entre susurros, de un modo casi imperceptible, mirando de reojo a la humeante taza de café que has dejado enfriar a tu lado. Y entonces, sonríes..

Me he dejado cautivar por ese prisma tan diferente y especial con el que eres capaz de ver el mundo, por tu pequeña obsesión por los detalles, por el halo de tranquilidad que hace que brilles con esa fuerza turbadora. Te admiro de veras, me pareces sencillamente hermosa e inusual.
Haces que de modo inconsciente me vuelva de golpe encantadora y adorable, consigues hacer que me pierda en el aura sentimental que envuelve cada palabra que escribes..

Porque sé que lo leí en algún momento. Lo dijo, puso: siempre dejo que se enfríe el café
Y en ese preciso momento estalló el detonante.

sábado, 21 de agosto de 2010

Aparece.

Por favor, haz que pueda volver a conciliar el sueño, que coma con hambre, que beba por sed. Consigue que deje de llevar cada emoción al extremo buscando desesperadamente sentirme bien de nuevo. Aparece, aparece como en mis sueños y libérame de sus cadenas, átame a las tuyas, llévame contigo...

domingo, 15 de agosto de 2010

Todos al frente.

Cometes un grandísimo error confiando en tus tácticas ¿sabes? Tus insultos, tu desprecio, tu fingida indiferencia, todo eso no hace otra cosa que avivar el fuego. Alimentas mis ganas de luchar con tu estúpida arrogancia. Entiéndelo, son las hormonas. ¿No era esa la razón de mi inexplicable y anormal manera de pensar? Las mismas que me hacen amar de esa extraña manera que tú no logras comprender ahora piden a gritos que eleve la voz y me reafirme.
Desde siempre habéis intentado enseñarme que no se debe judgar un libro por su portada, que la verdadera belleza está en el interior. Bien, entonces ¿cómo explicas tu repentina aversión? ¿Es que acaso la edad no es más que otra tapadera superficial para lo que se esconde dentro? Claro, es muy fácil hablar basándose en creencias populares. Aparente cara de ángel dedicado en cuerpo y alma a las vetustas páginas de libros milenarios, ¿quién te iba a decir a ti que tu hija sería de esas, verdad? No lo creerías ni aunque el mejor de los adivinos lo hubiera predicho. Y si lo supieras, si hubieras tenido la certeza de que era verdad, estoy segura de que habrías puesto todos los medios que hubieran estado en tu mano para evitarlo.
¿Cómo concebir algo así? Oh, socorro: algo fuera de lo común.

En realidad me gustaría pensar que tras haberte plantado cara todo lo demás será pan comido, pero me temo que habrá que llamarlo por su nombre: guerra.
Porque lo has conseguido ¿estás contenta? Me tienes dispuesta a pelear.
Y porque por mucho que te pese estoy orgullosa de quien soy.. .

martes, 10 de agosto de 2010

Una vez más soy víctima del incómodo y frío silencio que acompaña a la sinceridad. He destapado a sus impasibles ojos vacíos todos y cada uno de los miles de sentimientos enfrentados que conforman la verdad, mi verdad. He sido valiente obviando la absoluta desconfianza que tengo hacia ella. Y ¿qué he conseguido a cambio? Silencio, desconcierto y decepción.
Estoy convencida de que no merezco este trato porque, al fin y al cabo, si soy culpable es de algo que escapa a mi razón. De algo que no sigue leyes, que actúa indiferente a todo.
Me pregunto, madre.. ¿después de tantos años de lucha continua e incansable conmigo misma, contigo y con el mundo, realmente el pecado por el que seré recordada es.. amar?

miércoles, 4 de agosto de 2010

Sí.

Te mereces un final feliz, y yo me encargaré de construírtelo.

Cuatro de agosto.

Es curioso que puedan suceder millones cosas en la vida de una persona y que sientas que haya momentos que no se podrán sustituír bajo ningún concepto. Son pequeñas punzadas de felicidad que normalmente no se distinguen de cualquier otro sentimiento, pero que cambian para siempre el curso de las cosas. Cuando se forma un recuerdo, no hay vuelta atrás.
Da igual las horas y experiencias que pasen por él intentando difuminarlo, tu cuerpo te avisa: no se va a marchar. No te esforzarás en borrarlo, porque sabes que seguirá ahí.. Y un día te adivinarás sonriendo con el regusto dulce y cálido que solo algo así puede dejar.

Yo solo aspiro a ser uno de esos recuerdos para ti.
Y tú lo consigues cada día con una facilidad asombrosa..



Tu voz se coló pretenciosa y ligera por cada célula de mi cuerpo. Y si quedaba alguna por enamorar, que lo dudo, sucumbió de manera voluntaria.
Casi pude verlas sonreír a cada una por separado..
Feliz cumpleaños, mi vida. Gracias por existir.

27, et près d'un à vos côtés..
Je t'adore
pour toujours. Mais un jour.♥

sábado, 24 de julio de 2010

Muerto el perro...

Lo haces muy bien. Tus ojos rojos apenas logran apreciarse... como un camaleón entre el humo de la marihuana. El mismo que respira ella, que se cuela en su mirada, bajo sus uñas, que impregna sus bucles color café y su metro sesenta de arrogancia. Era incomprensible para todos pero ansiabas tanto poder formar parte de su universo hecho a base de papel de liar…
Hace mucho tiempo que dejaste la poesía a un lado. Y eras bueno, capaz de apreciar lo verdaderamente hermoso. Te amaba y admiraba. Eras una referencia para mí. Recuerdo palabra a palabra nuestras charlas porque todavía las considero algo de lo que estar orgullosa. Tenía trece años y me pasaba horas pegada al teléfono, escuchando tus monólogos atenta, absorbiendo todo lo que me decías como una esponja. Tomaba ejemplo de tus experiencias. Aprendí un millón de cosas de quien fuiste alguna vez… pero su manera de vivir te absorbió por completo. Te diste cuenta que es mejor moverse a base de impulsos y corrupción. Viste la solución a todos tus problemas basándote en el dicho de que no el amor, si no el dinero, mueve montañas. ¿Es eso? Porque me da auténticos quebraderos de cabeza intentar comprenderte. Supongo que te hará sentir diferente y superior manejar vicios ajenos. ¿Que haya personas que tengan que depender de ti de esa manera es… excitante? Ah, claro, el subidón que te proporciona el poder debe ser incomparable. Ahora te crees una persona excepcional, ¿no? ¿Estás ciego? De acuerdo: consigues que los leones, los reyes de la selva en la que te mueves, sean sumisos ante ti. ¡Pero solo porque tienes esos gramos, esa basura, eso a lo que vosotros llamáis deleite en polvo! Ellos están a tus pies y tú sonríes malévolo. El ego te sube hasta las nubes. Dejas de preocuparte, ya no le temes a nada ni a nadie. Conoces tus armas y que puedes manipular y humillar a tu antojo. ¿Pero sabes qué pasa? Que eso solo lo ves tú. A los ojos de los demás eres un estúpido inconsciente que se ha dejado llevar por un consuelo de ignorantes. Gracias a Dios a mí no puedes engañarme. Bajo ese disfraz de indiferencia y chulería que detesto, que me cuesta tanto aceptar, que no consigo comprender, sigues estando tú... ¿pero en qué te has convertido? Has dejado de ser el adolescente soñador, la alegría personificada, una de las personas más importantes de mi vida. Nadie, excepto los de tu misma clase, te considera ni volverá a considerarte el alma de la fiesta o el chico con el que todos cuentan a la hora de hacer planes. Ha desaparecido quien con una sonrisa de oreja a oreja construía castillos en el aire convencido de que se harían realidad. Tú no me invitarás a comer una tarde más ni me incitarás a pasarme la mañana tumbada en tu regazo mientras cavilas en voz alta sobre un futuro cercano. No queda ni rastro del Alberto carpe diem. Ya no te reconozco…
Siempre has sido débil. Siempre un artista frágil, corazón de cristal. Con todos mis respetos estrella de los ochenta: todavía te aprecio muchísimo y lo haré pase lo que pase. Pero esconderse y aparentar nunca ha solucionado las cosas.

Moody, Moody, Moody.

-Hmmm lo haces, repartes felicidad... Vamos, ¡dame sonrisas en lugar de pastillas y camas en lugar de divanes...! ¡Dame Amor y no placebos!

jueves, 22 de julio de 2010

Ashtray.

Cenicero. Deshecho, basura, desperdicio, despojo. Tapón. Bombilla. Mascota. Pelota de tenis, de golf, de pin pon, de vólei, de baloncesto, de fútbol. Esponja. Adorno, atavío, decorado. Juguete. Explosivo. Fuego camuflado. Ocupa. Saltarina. Paisaje desolador. Lugar en el mundo. Instrumento de tortura. Pisapapeles. Pasión hecha órgano. Cueva inhabitable. Comida (desayuno, cena, postre. A escoger).

Cualquier cosa menos un corazón..
pero algo enteramente tuyo.