Lo esencial es invisible a los ojos.

lunes, 21 de febrero de 2011

- ¿Qué clase de serie es ésta? ¡Menuda escenita de apertura! Sus ojos están vacíos, ¿es así como se acuesta con las mujeres. . .? Cuando está conmigo es tan diferente, sus ojos siempre rebosan de pasión... Siempre tan violento, me arrastra, su cuerpo arde... casi no puedo seguir el ritmo que impone, me quedo sin aire, hace que me estremezca. Todo mi cuerpo se llena con la esencia de Kôji y soy incapaz de pensar en nada, sus ojos entrecerrados adivinan los secretos de mi alma... Kôji, quiero ocupar tu cuerpo con todo mi ser... en él... ya no hay ningún lugar que tú no hayas alcanzado. Este es mi corazón. Este es mi cuerpo. Y desprenden su aroma. Tengo grabado en la memoria el tacto de sus manos, su respiración cálida en mis oídos. No desaparecerán jamás, al igual que los fuertes y rítmicos latidos de su corazón. Conseguirás lo que deseas aunque tengas que robarlo... ¿no te importa cómo? ¿Ni siquiera si tienes que arrancármelo a la fuerza? Aún si los dos acabamos hechos pedazos, aunque desaparezcamos sin dejar rastro, aunque lo perdamos todo y sólo nos quede un envoltorio vacío, ¡lo arrasarás todo con esa intensidad salvaje que hace arder la sangre...!

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